El café mexicano no sólo es una bebida que acompaña nuestras mañanas; también es una fuente de trabajo, identidad y desarrollo para miles de familias en todo el país. México se ha posicionado como uno de los principales productores de café orgánico del mundo, con un papel cada vez más relevante en los mercados internacionales que buscan calidad, sostenibilidad y trazabilidad.

Pero… ¿cómo está realmente la economía del café en México? ¿Cuánto se produce, cuánto se exporta y cuáles son los retos que enfrenta el sector?

🌱 México en el mapa mundial del café

De acuerdo con datos recientes de la Organización Internacional del Café (OIC), México ocupa el noveno lugar mundial en producción, con más de cuatro millones de sacos de 60 kg anuales.

El 70% de la producción nacional proviene de pequeños productores, principalmente en los estados de Chiapas, Veracruz, Puebla, Oaxaca y Guerrero, donde el café no sólo es una fuente de ingreso, sino también una tradición cultural que pasa de generación en generación.

 

Además, cerca del ocho por ciento de la producción global de café orgánico proviene de México, consolidando al país como un referente en prácticas sustentables y de comercio justo.

💰 Exportaciones que generan valor

En 2024, las exportaciones mexicanas de café superaron los US$900 millones, siendo Estados Unidos, Alemania y Canadá los principales destinos.
Sin embargo, el valor agregado sigue siendo uno de los grandes retos: gran parte del café mexicano se exporta en verde (sin tostar), lo que deja fuera a los productores de una parte importante del beneficio económico.

 

Por eso, cada vez más proyectos, como el de Fincas del Prado, apuestan por transformar, tostar y vender directamente en línea, buscando posicionar al café mexicano como un producto de especialidad con identidad propia.

📈 El consumo interno crece (y cambia)

El mercado mexicano también está cambiando. Según la Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del Café (AMECAFE), el consumo per cápita ha aumentado a más de 1.9 kg por persona al año, impulsado por el interés en cafés de origen, orgánicos y de especialidad.

 

Las nuevas generaciones ya no buscan sólo "cafeína": buscan historia, trazabilidad, impacto ambiental positivo y experiencias sensoriales únicas. Esa tendencia abre oportunidades para los productores que apuestan por la calidad, la transparencia y la innovación.

⚖️ Retos y oportunidades

A pesar de los avances, el sector enfrenta desafíos importantes:

  • La volatilidad de precios internacionales, influida por el clima, la oferta global y los costos logísticos.

  • La falta de financiamiento y acceso a tecnología para pequeños productores.

  • Los efectos del cambio climático, que amenazan la productividad de regiones cafetaleras tradicionales.

 

Frente a esto, la solución pasa por fortalecer la trazabilidad, la digitalización y el comercio justo, apostando por cadenas de valor más sostenibles y conectadas.

 

El café mexicano tiene una fuerza económica y cultural innegable. Cada taza representa el esfuerzo de comunidades enteras, una historia de resiliencia y una oportunidad de desarrollo.
Apoyar el café mexicano y especialmente el café orgánico, no es sólo una elección de sabor, sino un acto consciente de transformación.

 

En Fincas del Prado creemos que el futuro del café está en la unión entre calidad, tecnología y compromiso social.


Y ese futuro se prepara, como una buena taza de café: con paciencia, pasión y propósito.